+ Crecimiento acelerado
+ Mayor rendimiento de los cultivos
+ Floración mejorada
+ Producción de frutos más grandes
+ Mayor contenido de azúcar
+ Protección contra insectos
+ Mayor resistencia a enfermedades
+ No hay necesidad de fertilizantes
+ COMO FUNCIONA = Electricidad Atmosférica
El campo eléctrico de la Tierra aumenta en intensidad a medida que se asciende en elevación, por lo que mientras que a nivel del suelo la intensidad del campo eléctrico en el aire puede ser de 100 voltios/metro (V/m), a medida que se asciende en elevación, la atmósfera la electricidad se hace más fuerte.
Aquí no solo descubrirás cómo cultivar de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, sino que también aprenderás cómo esta práctica ancestral puede beneficiar tanto a tu cuerpo físico como a tu salud mental.
¿Sabías que los biofotones que se encuentran en las frutas y verduras que consumimos pueden ayudar a equilibrar el campo energético de nuestro cuerpo? Esto no solo tiene un efecto positivo en nuestra salud física, sino que también puede mejorar nuestro estado de ánimo y bienestar emocional.
Al utilizar la electrocultura, no solo evitarás el uso de pesticidas y fertilizantes dañinos, sino que también estarás creando un ambiente saludable y natural para el crecimiento de tus plantas. Esto no solo te garantiza alimentos más sanos y nutritivos, sino que también contribuyes al bienestar de la fauna y la flora que te rodean.
Además, la energía atmosférica que se recolecta a través de las antenas de electrocultura puede mejorar el magnetismo del suelo, lo que a su vez puede aumentar la disponibilidad de nutrientes a largo plazo
para tus cultivos. Esto no solo mejorará la calidad y cantidad de tus cosechas, sino que también te permitirá disfrutar de un jardín más verde y frondoso.
Pero eso no es todo, la electrocultura también puede tener efectos beneficiosos en nuestra salud mental. Al estar en contacto con la naturaleza y contribuir a su conservación, podemos experimentar una sensación de paz y conexión con el mundo que nos rodea. Además, al utilizar técnicas de agricultura sostenible, podemos sentirnos más en armonía con nuestro entorno y más conscientes de nuestro impacto en el planeta.
No olvidemos que la electrocultura también tiene un efecto positivo en el cerebro. Las ondas electromagnéticas que se generan a través de las antenas pueden influir en la actividad cerebral, mejorando nuestra capacidad de concentración, memoria y elevar nuestra frecuencia vibratoria.
Así que ya lo sabes, la electrocultura no solo es una forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente de cultivar tus propios alimentos, sino que también puede mejorar tu salud física y mental.